El dolor es la fuerza de choque para el
progreso espiritual, aserto que es bastante lógico, puesto que aquello que no
nos cuesta no se aprecia tal y como debe ser. El dolor espiritual es muchas
veces más fuerte que el físico, y su curación, al contrario del otro, no tiene
solución material, aunque algunos pretendan acallarlo a través de innecesarias
pastillas.
¿Duele, si duele, más, si no duele, como
podremos apreciar la época en la que este no existía? El cambio no es fácil, pero
si probable y posible y este llega cuando estemos enfermos y cansados de estar
enfermos y cansados, mejor dichos rendidos ante el sufrimiento.
El ayudar a los demás nos permite salir de
nosotros mismos, esto es de ese egocentrismo que tanto nos ha aprisionado y
solo cuando suframos las consecuencias de nuestros equivocados procederes y
sintamos el dolor que a ellos están vinculados, llegará entonces el momento
para lograr creer que estamos dispuestos a cambiar para mejorar.
7 comments:
Amigo Ricardo, que gran reflexión la de hoy. Un gusto leerte y me voy reflexionando. Saludos
Así es. Nos dejas una profunda y enorme reflexión.
Para meditar.
Un abrazo.
Gran verdad, Ricardo. Sin duda aunque muchos no crean, el alma duele muchas veces, y por supuesto en ese caso los medicamentos son poco exitosos.
Abrazo.
Muy interesante tu reflexión.
Un abrazo.
vaya ni oracion por delante Ricardo y todo salga bien como esperas , el dolor espiritual es un fuego dificil de calmar pues para el no hay pastillas que lo quiten ya que se ha metido en lo mas profundo del ser humano y es ahy donde el la derrota esta garantizada solo el sosiego es en parte un buen antidoto ,estupenda leccion del dolor nos das Ricardo y la manera de mostrarse ,recibe mis saludos y un fuerte abrazo. jr.
Una reflexión muy bien diagramada, gracias.
Abrazo
Hola Ricardo, surge el dolor cuándo nos resistimos a mirar dentro de nosotros y reconocer esa luz que siempre estuvo dentro. Solo tenemos que mirar con lucidez y claridad.
Un abrazo.
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