“Vamos dos a uno “,
¿que será esto? Un partido de futbol, tenis, ¿o algo por el estilo? O a lo
mejor una comparación de tareas en las cuales alguien ha completado dos,
mientras que la otra persona solo ha logado una. Pues sí, y no, exclamaría el
hermano Cristóbal Fernando, conocido en sus tiempos vocacionales por sus
alumnos como “centavito “, por lo pequeño que era en estatura, aunque
obviamente tal apelativo, como ocurre con una buena parte de los apodos, solo
se hacía en secreto. “Éramos cuatro los de la “foda”, yo, el Pacho Espejo, y
yo, diría mi padre, repitiendo sus acostumbrados apuntes santafereños.
Tengo sin embargo algo
adicional para comparar lo de la proporción del 2:1. Cuando decimos 2 a uno,
significamos la proporción en la que el 87 % dentro de una conversación se
sugiere sea fundamentalmente para escuchar y el 33 % para hablar, lo cual no es
lo mas común, aunque si lo mas aconsejable dentro de un dialogo.
¿Entonces como es el
maní?, preguntaría el célebre Tonito León, hijo dilecto de Amaga, Antioquia.
Pues sencillo y practico diríase como respuesta a su inquietud. Para poder
entender un tema sobre el cual estamos hablando con otra persona es preciso
poner el doble de atención en lo que se escucha, dejando apenas el resto para manifestar
lo que se piensa dice y propone, de manera tal que sea el lenguaje del
asertividad el que permanezca como vinculo fundamental dentro de una
conversación para lograr que la misma sea entretenida y sobre todo práctica.