Dar un paso hacia
adelante para mejorar nuestras vidas es algo muy deseable, aunque no del todo
fácil. La razón es bien sencilla y tiene que ver con el efecto de la negación
que a no pocos agobia. Duele y genera temor e incertidumbre, pero no queda más
que derrotarla.
La negación es un
proceso mental que no deja ver la realidad tal y como es y por tanto, hasta que
no pongamos la fuerza de la acción, no será sencillo vencerla. Es querer, pero
no poder, aunque en muchas partes se diga que quien quiere puede, si y solo si
se da un paso hacia adelante o se esta dispuesto a caminar la milla adicional.
Una vez que hayamos
colocado la llave de la voluntad en la cerradura que está ubicada en nuestro
interior y tengamos la puerta ligeramente abierta, descubriremos que podemos
abrirla un poquito más. Aunque la
voluntad propia puede cerrarla de nuevo, como lo hace con frecuencia, lo hará
solamente hasta el momento en que volvamos a recoger la clave de la voluntad y
ponerla en acción.