Ego, mi querido Ego

Cuánto amamos a nuestro ego? es una excelente pregunta que muchos debemos hacernos cuando observamos cuánto nos aferramos a él. Lo malo del ego no es tenerlo, pues es parte de la naturaleza humana, sino que cuando se vuelve obsesivo y compulsivo es como un tornado que causa destrozos por doquier, empezando por uno mismo.

Yo puedo ser liberado de la esclavitud de mi ego si después de un tiempo reconozco y creo en lo bueno que habita dentro de mí y en lo malo que un ego soberbio y arrogante se convierte. Líbrame de mi propio encadenamiento dice una bella y profunda oración lo cual, al sernos concedido, genera estados muy agradables de serenidad y calma pues nos conduce hacia la libertad emocional.