Hablando de la inseguridad emocional….

Resulta claro que los síntomas más comunes de la inseguridad emocional son la preocupación, la ira, la auto compasión y la depresión y, si todos ellos se juntan al tiempo el resultante es un maremoto de angustia y bastante miedo, lo cual nos hace sentir mal. Si las cosas tienen remedio, ¿para qué te preocupas?, y si no lo tienen, ¿qué sacas con preocuparte?, expresión contundente que nos lleva a concluir que, ante las diversas situaciones que experimentemos, es conveniente estar concentrados en el momento más importante de nuestras vidas el que reside en vivir en el día de hoy.

No es lo que digan los demás lo que puede generar nuestra inseguridad para que no nos ocurra lo que le paso al pobre parroquiano que fue a ver a un terapista para decirle que estaba teniendo sentimientos de inferioridad. La respuesta de él fue muy poco apropiada. No, lo que pasa es que Ud. es definitivamente inferior. Ya queda en el paciente la decisión de no aceptar como real tan inconveniente despropósito. El amarnos a nosotros mismos y valorar con gratitud todo lo que tenemos, se convierte en un motivante elixir para dejar atrás la preocupación, la ira, la auto compasión y la depresión, y así lograr disfrutar y vivir en el día de hoy con especial optimismo y alegría y en plenitud , dentro de los mejores parámetros de seguridad emocional.