¿Y que sacamos con preocuparnos?

Preocuparse no evitará los posibles problemas de mañana y lamentablemente nos quitará la paz de hoy. De lo anterior se puede aseverar que la preocupación no es más que anticiparse con temor a la llegada de un hecho cuyo final es incierto y por tanto en el momento presente, y sin saber el desenlace, estaremos dejando de lado el ansiado tesoro que la tranquilidad representa.

 

Sería interesante saber si durante las horas de sueño, en vez de dormir, pensamos toda la noche, pasando por una tremenda desvelada, para amanecer al día siguiente somnolientos y cansados y sin resolver la situación que nos preocupa precisamente porque esta, aún no ha ocurrido.

Y ello no implica dejar a un lado la acción que la resolución de un problema demanda. No, por el contrario. Hay que trabajar en esta sin bajar la guardia. Es bueno entender que si los resultados no dependen de uno, valdrá la pena habernos preocupado anticipadamente, quitándonos el sano bienestar del presente? La respuesta en forma sensata es la de que a cada momento le llega su propia prisa y que la anticipación mental hacia lo no llegado no ayudará en nada al logro de nuestro propósito.

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Este es mi Video Coach " Para que sudar por pequeñeces "

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