Que paradoja esta la
del querer enfrente del desear si es que aparentemente son lo mismo. Pues no y
lo voy a tratar de explicar con unos ejemplos. Alguien tiene un sueño y en el
mismo ve la imagen de una joven con la que el desearía entablar relación.
Cuando se despierta se dice así mismo:
Yo “deseo “tener un noviazgo con esta niña “, lo cual es algo con
concepción del mismo tipo del sueño, una especie de fantasía o meta, y la cual
no se hará real hasta que en la practica la relación se inicie.
Sin embargo, cuando ya
la relación esta formalizada el mismo individuo puede decir: “Yo quiero
mantener y crecer esta relación, y en tal momento estará expresando las cosas
con una fuerza que nace de su interior en la que podrá aplicarse el dicho aquel
que expresa que “querer es poder”.
Desear y querer de otra
parte también se pueden fusionar cuando alguien desea comprarse una casa y
entonces decide trabajar con esfuerzo para poder allegar los recursos que
necesite y que, cuando logrado el hecho, habrá alcanzado aquello que tanto
deseaba y a su vez quería.