Más miedo al dolor que
afecto por el placer es en mi concepto un pilar fundamental dentro del proceso recuperación
para las adicciones. Esto lo digo, ya que el adicto olvida fácilmente cuando ha
sufrido y se concentra al poco tiempo solo en el placer, dejando las
prioridades de su vida a un lado para entregarse al consumo. Esta clase de
adicto es aquel que no puede parar de consumir y cuyo desconcierto,
frustración, tristeza, y miedo, cada día van en aumento.
La adicción se puede
engalanar con muchos disfraces: alcohol, drogas, pastillas, cigarrillo, comida,
sexo, compras, etc. y curiosamente hay una buena cantidad de personas adictas
simplemente al sufrimiento. Se habla por ello que, mientras el adicto no toque
fondo le será muy difícil parar, y continuara su vida envuelta en dolor y
abandono.
¿Y cuál es el fondo? Es
el limite de la capacidad de sufrimiento, momento en el cual el adicto llega a estar
enfermo y cansado de estar enfermo y cansado. Este sería el comienzo del primer
paso para el inicio de su recuperación, el cual se complementará luego con
otros más que están incluidos dentro de los programas de doce pasos.
A la mente hay que
entrenarla luego de tocar fondo a varias situaciones entre las que se incluyen
la de pedir ayuda en los momentos de deseos u obsesión a alguien que este en recuperación,
así como tener fe en un Poder Superior, Dios como cada cual se conciba, quien
le devolverá el sano juicio. Solo hasta cuando el miedo al sufrimiento y al
dolor superen al placer del consumo, no habrá muchas esperanzas para la
recuperación.