Pilar es un hermoso nombre femenino el que relaciono con muy queridas amistades que con tal identidad he conocido. Entre ellas destaco a la Sra. Pilar, muy cercana amiga de mi madre, casada con un destacado médico. Ambos dejaron en nuestras familias, no solo un claro conocimiento de la solidaridad, sino que a la vez nos señalaron bases importantes de amistad, tolerancia y comprensión.
El nombre de Pilar adicionalmente se relaciona con una
estructura, establecida ya no en como un término femenino, más si en género
masculino, con el cual se implica la fortaleza de una construcción, una
estructura, e incluso como una significación de fortaleza en el carácter de la
persona. “Esta persona es un pilar de aceptación y serenidad”, diríase como
ejemplo, para así implicar el conjunto de valores que adornan la personalidad
de un hombre o de una mujer.
Dícese de otra parte que el futuro tiene asentados sus
pilares en lo que hagamos en el presente, y ello es una verdad de a puño, ya
que no podremos recoger cosecha alguna, si en el hoy no hemos puesto el abono y
el riego necesarios para la consolidación y el progreso de nuestras vidas. De
ahí que se diga que un hoy bien sustentado sentara los pilares para un eventual
mañana, al que, si llegamos, tendrá muy buenas perspectivas de ser vivido con
éxitos interiores y exteriores, rodeados de paz, amor, salud, y serenidad.