Un gran bien luego de un doloroso mal

Hace poco recibí de alguien una manifestación que me pareció muy oportuna: “Gracias Señor por este bien que viene detrás de este aparente mal”. ¿Y oportuna como para qué?, replicaría de inmediato el escéptico o el agnóstico. Pues oportuna para llegar a creer en algo superior a uno, como cada cual lo conciba. 
 

Esa misma persona afirmaba que cuando no se creía en Dios o se tenían dudas acerca de su existencia, si había deseos al menos de examinar tal posibilidad, lo único que se necesitaba era tener la disposición de hacerlo, y los resultados, tarde o temprano, llegarían.

 

A Dios gracias soy ateo, vieja expresión que se aplica a aquellos no creyentes que, cuando pasan por una tormenta, un viaje en avión con turbulencias, o un terremoto, se vuelven personas implorantes a Dios porque todo pase, sin consecuencias, y bien rápido.

El llegar a creer es algo maravilloso, pues no solo nos coloca en señal de humildad a creer que Dios existe, sino también en que las cosas malas por las que pasamos en un momento determinado son apenas etapas para alcanzar algo mejor, ya que Dios a veces aprieta pero no estruja.

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Este es mi Video Coach " El ogro tacañón "

https://youtu.be/NyOIZ0wGxi4