Nos sirve mucho, con el
ánimo de reducir el impacto negativo del ego, el recordamos constantemente que
ya no estamos dirigiendo y ejecutando el espectáculo y humildemente diciéndonos
muchas veces cada día "hágase tu voluntad". Entonces estaremos en mucho menos peligro de
emociones tales como: miedo, ira, preocupación, auto compasión, y de decisiones equivocadas. En una sola frase: Nos hacemos mucho más
eficientes.
No nos cansamos tan fácilmente, porque no
estamos quemando la energía tontamente como lo hicimos cuando intentábamos
arreglar la vida para pretender adaptarla a nosotros. La vida es tal y como es
y no como uno cree que sea. De ahí que ayuda mucho el aceptar la vida en los
términos de la vida, quitándonos de tajo expectativas fantasiosas e irreales, y
poniendo por consiguiente nuestras pisadas en el aquí y el ahora.
Cuando nos ubicamos en
el presente y permanecemos centrados en la realidad estaremos construyendo un
solido edificio de paz y serenidad, poniendo de esta manera en nuestro
horizonte los mejores objetivos de humildad y aceptación, que muchos beneficios
traerán , tanto para nosotros, así como para los que nos rodean.