Creo que, si la comprensión es la clave de principios y
actitudes correctos, la acción adecuada y bien dirigida es en consecuencia la
brújula para el buen vivir. Si, pero ¿y cómo hacer entonces? La respuesta es
simple y sencilla: No nos arrepintamos jamás de establecer puentes de
comprensión con los demás y procuremos dirigir nuestros pasos por el buen
camino.
¿Y qué quiere decir entonces aquello de los llamados
“puentes de comprensión “con los demás? Bueno, este es la estructura que
establece el compartimiento a través de hablar, oír, y escuchar las situaciones
de alguien con uno relacionado que pase por momentos difíciles o de éxito, y
buscar en conjunto las guías dirigidas hacia los diferentes procesos
vivenciales que nos conduzcan al cambio.
¿Y qué de la brújula para el buen vivir de la que estamos
hablando? Ella es la indicación del sendero, y el vehículo que nos transporta a
través del correcto proceder hacia caminos de ventura y progreso, en los que
caminaremos con pasos firmes a lo largo de la vida.