Uno de los más valiosos hechos que pueda ocurrir en nuestras vidas estriba en que las debilidades que tengamos las podamos convertir en nuestra mayor fuente de fortaleza, dándole la vuelta así a hechos desventajosos que irán tornándose en positivos que conducen al cambio y a la mejora.
Nuestra existencia es un cúmulo de experiencias, las
cuales, si nos sirven como un modelo de aprendizaje, serán el punto de partida
para la recuperación y un ascenso hacia lo mejor, tal y como ocurrió en la
escena del Ave Fénix, o con aquellos que han surgido de las cenizas de sus
propios incendios, llámense materiales, o emocionales.
Hay personas que tocan fondo con sus problemas, pero que no
aprenden de ellos, ni de las situaciones negativas que se han generado pareciendo
que, cuando da la impresión de que ya están superando sus dificultades y están
al otro lado, continúan escarbando, buscando más fondos de los que ya tenían,
para seguir de esta manera más hundidos en sus propios lodos. Aprender,
aprender, y aplicar los correctivos, seria sin duda alguna el mejor camino a
seguir para la resolución de los problemas.