¿Será esta la condición del muy conocido Elmer Gruñón?
Claro que sí, aunque resulta posible se extienda a muchas personas que parece
que por las mañanas se levantan por el lado equivocado de la cama y entonces
desde allí arrancan una serie de episodios para ellos y para su entorno. ¿Intranquilo?
Así resulta cuando llenamos nuestro pensamiento de expectativas referidas a
hechos y situaciones que aún no se han hecho presentes o porque se piensa en
los efectos y consecuencias de hechos pasados, algunos de ellos aún no
resueltos.
¿Irritables? también. Mi amigo Eulogio Moreno solía preguntar:
¿Y porque muerde el perro?, porque tiene miedo, era su respuesta inmediata. O
sea que la irritabilidad es producto de un miedo o de la reacción por algo que
no se ha logrado alcanzar. ¿Descontento? sí, este es el otro estado resultante de la
falta de aceptación por aquellas cosas que anhelamos con codicia y que no
logramos conseguir, o por la envidia por aquello que tienen los demás.
Es incurrir en que cada vez que se obtiene un logro, quedar
insatisfechos por el deseo desmedido de lograr más y más. Aceptación será
entonces la respuesta recomendable para superar tales estados de intranquilidad,
irritabilidad, y descontento, que a ratos nos avasallan y que no ayudan para
nada a vivir en paz.