La diferencia entre el orgullo y la humildad consiste
fundamentalmente en que el orgullo es quien tiene la razón, mientras que la
humildad se concentra en lo que es correcto. Ante ello me gusta acordarme de que
en una discusión es mucho mejor ser feliz que tener la razón, lo cual no
implica que vamos a ser sumisos sin derecho a tener o pedir lo que nos
corresponde.
Hace poco viaje a un país diferente al que adonde vivo, y
active un teléfono con cargos prepagados. Mientras lo estaba usando me llegó un
mensaje de texto en el que se me anunciaba que si ponía una nueva carga mínima
se me daría un bono hasta por el triple de minutos, la que esta, en condiciones
normales generaría. Era ya tarde y por ello dejé para el día siguiente el ir a
la empresa a cargar mi teléfono con el pequeño valor que se asignaba lo cual no
lo hice antes de mostrarle el texto al representante de servicio al cliente
para que me indicara que hacer. Esta
persona leyó el texto y me dijo: vaya a la caja, paga el valor que le
corresponde y de inmediato le abonarán su bono de minutos extras. Recibirá
entonces un nuevo texto indicando que ya podrá usar los nuevos minutos.
Fui y pagué el valor que me correspondía y, para mi
sorpresa el texto del abono no me llegó. Volví entonces adonde la persona
inicialmente por mi contactada y le pregunté qué pasaba, para que ella y otro
servidor me dijeran que la promoción era solo por un día y que este había
expirado el día anterior. Ello me llevo a decirles que yo antes de pagar les
había preguntado acerca de cómo proceder y que eran ellos los que me habían
instruido al respecto.
Ante mi justa reclamación no hubo poder humano para que
aceptaran el error y entonces molesto me retire pensando si volvía o no para
hablar con la gerente y reclamarle. La duda entonces en mi pensamiento era la
de que, si por orgullo hacerlo y por el otro lado, por humildad el abstenerme,
pues eso quizás le causaría daño laboral a alguien que hizo su acción sin mala
intención alguna. Me fui entonces, y poco a poco me fui calmando para que como
grata sorpresa unas horas más tarde recibiría una notificación en la que ellos
habían corregido su error y por tanto se me acreditaban los minutos a los que
tenía pleno derecho.