En la confesión católica le aprendí a Gaspar Astete que
la confesión implicaba arrepentimiento constante y a su vez contrición de
corazón lo cual, si no se aplica, como debe ser hace regresar al ser humano al
contenido del estribillo antes mencionado del pecar y rezar.
Por ello me gusta tanto lo que contienen los programas de
doce pasos los cuales en el número cuatro se habla de hacer sin ningún temor un
minucioso inventario moral de nuestras conductas, buscando con ello poner en
papel y lápiz aquellos defectos en los que hemos incurrido, los cuales
confesados a otro ser humano dentro de una sincera catarsis facilitan el buscar
el necesario remedio y la enmienda de ellos derivadas.
Por lo anterior es bueno recordar este concepto del filósofo
de Atenas quien invita a hacer un auto examen, esto es un inventario de
nosotros mismos, el cual es bueno que incluya, no solo lo equivocado de
nuestros actos que requieren corrección y reparación, sino también las virtudes
y buenas acciones que hayan sido y sean parte de nuestra vida.
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A continuacion invito a ver mi Video Coach # 33 "Tercos como una mula"