¿Estaba un elefante tomando agua en un rio
cuando de pronto un alacrán le dice “Señor elefante, necesito pasar al otro
lado pues debo hacer algo urgente, ¿podría por favor ayudarme y permitirme ir
en su lomo y así lograr hacerlo? El elefante le respondió: no porque Ud. al
pasar me enterrará su ponzoña. Como se le ocurre, replico el solicitante, ni
que yo fuera tan descorazonado, ¿páseme sin más demora a la otra parte, por
favor? “.
El dialogo continuo por un buen rato pues el
alacrán insistía cual mas para que el elefante lo cruzara, pero nada que lo
lograba hasta que al fin, y después de tanta insistencia , el elefante lo paso.
Cuando llegaron al otro lado y en el momento de bajarse, el alacrán enterró su aguijón
al elefante lo que hizo que este saltara de dolor y le expresara con desagrado:
¿No le dije? Ud. me picó pese a su promesa, porque lo hizo? Pues la verdad yo
no quería contesto pero que complicado me resulta cambiar esta actitud que es la
permanente compañera de mi vida “.
De otro lado me gustaría citar una siguiente
historia que he leído y que me parece muy al punto: “Un maestro oriental vio un
alacrán que se estaba ahogando, y decidió sacarlo del agua, pero cuando lo
hizo, el alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó y el
animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez y otra
vez el alacrán lo picó. Un amigo, quien estaba observando, se acercó y le dijo:
“Perdone maestro, ¡pero usted como es de terco!
¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua el alacrán lo
picará?”. El respondió: “La naturaleza del alacrán es picar, él no va a cambiar
su naturaleza y eso no va a cambiar la mía, que es la de ayudar y servir”.
La conclusión de estas dos historias es que el
cambio será más favorable cuando modifiquemos nuestras percepciones, actitudes
y manera de responder ante las distintas circunstancias que la vida nos depara ,
ya que el renacer ocurre solo cuando se abandona el ser anterior pleno de
complicaciones, y defectos, para dar vida a uno nuevo, fiel en el amor, el
servicio, la buena voluntad, y envuelto en positivos pensamientos y actitudes.