Alguna vez acompañe a visitar su tierra natal a un ministro
de estado en Colombia, quien recientemente se había posesionado en su cargo, y
al que le querían rendir un homenaje sus paisanos. Cuando llegue a la plaza
principal del pueblo vi una pancarta que decía " Señor ministro: tu tierra
natal os saluda y " le exige "
para que desde su posición influya para que lo que anhelamos se vuelva una
realidad. Al leer esto me produjo en cierta forma risa, y por no decir
sorpresa, ya que esta forma de exigir las cosas no me parecía ni oportuna ni
apropiada.
Llevado esto a eventos cotidianos de la vida, me doy cuenta
que bastantes personas no piden, sino que exigen, esto es demandan, ya que
creen que se lo merecen todo y que por lo tanto los demás tienen la obligación
de concedérselos. Vaya falacia y equivoca premisa, ya que nadie por el solo
hecho de servir a otro está obligado a nada.
Basado en lo anterior hago memoria de lo que le pasó a un
señor que ayudó mucho a una población por espacio de varios años, hasta que un
día, diezmado en sus posibilidades, no pudo atender a un requerimiento, lo que
causó que a la gente se le olvidara todo lo bueno que el por un largo tiempo
había hecho y por tanto a partir de ese momento se le consideró como alguien
poco servicial. Esto creo que pasa, no sólo en los servicios a las comunidades,
sino también a las personas, cuyo agradecimiento solo dura en lo que permanezca
la acción de servicio.
Video Coach " Armando nuestro rompecabezas "
https://www.youtube.com/watch?v=uOEurAdO4vU
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