Me encantan los programas que aplican la
filosofía de los doce pasos, la cual fue heredada de dos grandes pensadores del
siglo XX, Bill W y el Dr. Bob S. Precisamente en uno de ellos, el paso tres,
hay una oración que se aplica con mucha sabiduría en aquellos momentos en los
que deseamos y necesitamos reducir el tamaño de nuestros egos.
La plegaria arranca cuando le decimos a nuestro
Creador, tal como lo entendemos a Él: "Dios, me ofrezco a ti, para
construir conmigo y hacer conmigo lo que quieras. Alíviame de la esclavitud del
yo, para que pueda cumplir tu voluntad. Hazte cargo de mis dificultades para
que en la victoria sobre ellos pueda dar testimonio de aquellos a los que
ayudare de Tu Poder, Tu Amor y Tu Forma de vida”. ¡Que se haga siempre Tu
voluntad!
Rendición ante Dios, humildad, aceptación, todo
ello se incluye cuando deseamos entregar nuestras voluntades y vidas al cuidado
de un Poder Superior, tal y como cada persona lo concibe y estamos enteramente
dispuestos a hacerlo de todo corazón.