Preparados para el éxito mas no para el fracaso

En el juego de los dados quien gana es aquel que, cuando los lanza, saca el máximo puntaje. Entre ellos el mas alto es el doble seis y cuando ello ocurre la victoria es absoluta. Al alcanzar tal puntaje la alegría es grande pues se gana un buen dinero y el nivel de euforia se pone por las nubes. Sin embargo, si los dados se lanzan y en vez de doble seis se saca un doble dos, pues las cosas ya se pintan de manera distinta, especialmente cuando el otro jugador saca el tan esperado doble seis.

En la vida, como una semejanza al juego de dados, podríamos llamar a la puntuación más alta la equivalente al doble seis y las de menos serían las que están de ahí para abajo. El doble seis sería entonces el equivalente al éxito y los de puntajes muy inferiores al fracaso. En nuestra existencia podríamos decir que, cuando nos llegan las jugadas buenas, es decir las “vacas gordas”, todo es alegría, y gozo. Sin embargo, cuando sucede lo contrario, los estados de ánimo cambian en no pocos casos en forma negativa y con decaimientos de ánimo. Tristemente algunos están preparados para el éxito mas no para el fracaso, siendo el anhelado secreto el sentirnos bien, pase lo que pase, con siempre deseos ante cualquier tropiezo de seguir adelante y no dejarnos ni avasallar por la derrota ni tampoco por los triunfos, puesto que todo es relativo y temporal en esta vida.