Se dice de la autocompasión que es quizás uno de los
defectos más desgastadores que existen. Es un impedimento para todo progreso
espiritual y puede cortar la comunicación efectiva con otros debido a su inagotable
demanda de atención y simpatía. Es una forma de martirio, que no nos podemos
permitir puesto que el dolor que causa es infatigable.
¿Ay Doloritas!!!!, que paso Justica?, le dice una quejona a otra, tratando de llamarse mutuamente la atención, dos señoras que se la pasan en forma continua contándole la una a la otra sus tragedias, esperando el famoso “pobrecita tu “ que pareciera ser un orgasmo negativo para las emociones.
La autocompasión es un teorema sin resolver y una rueda que
solo gira y no va para ninguna parte. Son lágrimas, en no pocas veces del tipo
cocodrilo, que al final ni ayudan ni benefician a nadie. Es la ausencia de
aceptación la que es requerida para poder salir adelante en tan monótona y
molesta situación.
11 comments:
Desde luego no lleva a ningún sitio.
Un abrazo.
Hola Ricardo, es una entrada para la reflexión. Es tan difícil abandonar laautocompasión cuándo las circunstancias son tan adversas y vivimos en un mundo que promueve ese tipo de sentimientos, pero es tan importante reflexionar al respecto y darnos cuenta que la vida misma no es más que este instante mismo.
Un abrazo.
Gracias por volver
Lo mejor para ti y tu bella esposa
Excelente foto, amigo Ricardo. Ciertamente al tenor de ella, no necesitas refugiarte en la autocompasión.
A veces, la gente que está pasando por malos momentos y estos continúan en el tiempo, intenta buscar ayuda y se compadece de si misma sin notarlo, ellos se siente mal y necesitan de otra persona que les escuche, que sea su paño de lágrimas y que esté a su lado como perro fiel.
Sin pretenderlo, sé que he ayudado a gente a base de paciencia y, cuando he visto que cada vez me necesitaban menos, supe que ya podían caminar sin mi ayuda.
¡Muy buena entrada para reflexionar sobre ella!
Agradecida por tus palabras de apoyo.
Cariños.
kasioles
Pues mi queridísimo Ricardo, yo también te deseo lo mejor del mundo en este mes de diciembre; pero no me voy sin decirte lo pienso. En este grandioso mundo en que habitamos, caben todos, quejillas, quejonas o como quieras llamarle… Gordos, flacos, feos, guapos, ricos de alma: y pobres ricos, que estos últimos, me parece la mayor desgracia que la humanidad padece.
Luego existen esas otras personas que si saben escuchar y mirar a los ojos a su interlocutor. Eso es privilegio de unos pocos que van por la vida con la cabeza muy alta.
Un saludo, y felices fiestas al mundo entero.
En la viña del Señor hay de todo, por lo que conozco algún que otro caso de autocompasión permanente, personas que se trabajan muy bien la pena, hasta el punto, que en conversaciones con ellos es casi imposible salir de esa dinámica. En fin, que le vamos a hacer si con su pena, ellos, en el fondo son felices.
Un fuerte abrazo, amigo Ricardo.
Cuanta verdad hay en lo que cuentas, conozco a una persona, que ya quisieran muchos tener su situación económica y su salud que le permite viajar muchísimo por todo el mundo, que no está nunca contenta con nada y que se ahoga en un pequeño vaso de agua, siempre se lamenta y no veas lo que sufre, de verdad que a veces me dan ganas de decirle que no tiene derecho a quejarse tanto pero me callo y la escucho......Todas las personas tenemos momentos malos y es bueno tener a alguien con quién desahogarse pero sin dar la lata a nadie siendo una quejica contínua.Saludos cordiales.
P.D. Te veo muy bien acompañado, es muy guapa.
como bien Ricardo la autocompasion es un mal menor entre los muchos de la aceptacion cuando todo rueda no como quisieramos pero asi es la vida unas veces en lo alto y otras abajo , es una ley del diario acontecer y que ahora nos traes como estupendo recordatorio es una reflexion llena de contenido, mis saludos y un fuerte abrazo. jr.
Gran reflexion gracias por la nota ,para tener encuenta
Amigo Ricardo, excelente reflexión la de hoy que paso a visitarte.....gracias por estar siempre, te dejo saludos a la distancia amigo.
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