La humildad es el fundamento sólido de todas las virtudes

Siendo la humildad una clara significación de la verdad es preciso concluir que ella es pilar, no solo para las diversas virtudes, sino también para una vida en serenidad. Una persona no esta siendo humilde cuando asume equivocadamente que su prodigiosa inteligencia es lo único que le ha permitido progresar, cuando ello en si no es tan cierto del todo. La inteligencia es un don de Dios y por tanto es importante valorarla como es. Pensar que somos los hacedores únicos de muchas tareas es, más que un aserto erróneo, una concepción poco humilde de la realidad de la vida.

El ser soberbios, arrogantes y prepotentes nos distanciará tarde o temprano de los demás sobre todo cuando se ejercen posiciones de autoridad y poder, las cuales nadie puede garantizar cuanto tiempo duren. Por ello, el vivir en humildad aceptando la vida tal cual es y de donde proceden nuestras virtudes, nos dará las bases para deambular por la vida en paz y serenidad con un corazón amable que a la vez comprende, no solo nuestras propias necesidades sino también las de los demás.