Humildad y Humillación

Humildad es decir la verdad sobre uno mismo. Humillación es cuando alguien más lo hace por la otra persona sin mayores razones ni buenos deseos o sanas intenciones. En este caso lo que opera más que nada es la mala fe o la mala leche como se dice en el argot popular. Ser humilde implica el ser auténtico y veraz especialmente con quien uno es. La humildad real, no la aparente, ni la falsa, o por deseos de impresionar a los demás, se junta en honestidad con la verdad, lo cual es un claro exponente de la realidad tal como es.

Humillar a los demás es no solo injusto sino a la larga bastante contraproducente con quien lo hace, y ello deriva y se puede aplicar perfectamente con aquella célebre frase que expresa que quien se humilla será exaltado y quien se exalta será humillado.