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Thursday, April 08, 2021

¿Juzgando o ayudando?

Que sutil resulta aquel consejo que no lo es tanto, puesto que en vez de prodigar un bien quizás este acompañado de sarcasmo y torcida intención. Cuando se quiere ayudar a otra persona no tiene sentido alguna juzgarla, ya que al hacerlo así se está causando mal. ¿Oye fulanita, te has visto al espejo? ¿Mira cómo estás de gorda?, dice la amiga o amigo a alguien, quien sin duda alguna sabe de lo que le están hablando y que lucha con tesón para no aumentar de peso, muchas veces sin mayor éxito. Y es que decir la verdad tan bruscamente produce en realidad un efecto negativo en quien recibe el mensaje.
Si el comentario o sugerencia a otro para que cambie algo que se ve le afecta se formula en forma positiva y no critica, incluyendo en el proceso el dar una sugerencia buena y practica para lograrlo, es lo que hace la diferencia. ¿De ahí que la histórica frase de Jesús a la mujer adúltera “Te pudieron juzgar ellos? Pues yo tampoco, seria quizás la mejor manera de sugerir a alguien un cambio de comportamiento.

17 comments:

São said...

Seria tão bom, meu querido Ricardo, que as pessoas tivesse esse cuidado de não ferir...

Te abraço com carinho e voto de saúde e bom fim de semana :)

CHARO said...

Lo mejor de toda ayuda es primero ayudar a ciertas personas a que se quieran tal y cómo son, no por ser gorda, flaca, vieja,pecosa, con gafas etc. es menos que nadie. Luego ya si vemos que ciertos hábitos pueden perjudicar la salud se les puede ir aconsejando mediante tu propio ejemplo que hábitos hay que tener para mejorar tanto de salud cómo de aspecto.Saludos

AMALIA said...

No debemos nunca juzgar a nadie.
En la mayoría de los casos, se hace muy a la ligera, sin conocer bien a la persona.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.

Macondo said...

Hay personas que disfrazan sus impertinencias en forma de consejos.
Un abrazo.

J.P. Alexander said...

Hyt que tratar a las personas con amabilidad, respeto y sin jugarlos. Te mando un beso

Ingrid Zetterberg said...

Tienes razón estimado Ricardo. Hay gente que con mala intención da "consejos"--que finalmente hacen daño a quien los recibe. Y nadie como nuestro amado Jesús para ser justo y compasivo, pues lo demostró ampliamente con la mujer adúltera, a quien los más hipócritas del pueblo acusaban. Gracias por estas importantes reflexiones. Un abrazo amigo.

Sandra Figueroa said...

Ayudar, no juzgar. Gran reflexión amigo Ricardo. Un placer siempre leerte. Saludos.

Mi nombre es Mucha said...

Los que te comentan son esos los peores
abrazos querido

Jose Ramon Santana Vazquez said...

mientras apuntas con un dedo otros cuatro te estan apuntando a ti .sabio consejo Ricardo esta reflexion que nos dejas donde se debe callar por humildad ya que ser sarcastico es un modelo de tirania poco edificante ...recibe un fuerte abrazo .

Carlos Augusto Pereyra Martínez said...

El tratamiento no se ajusta al sentido de querer hacer del otro un ser mejor, y ahí es donde viene el yerro. No sabemos medir las palabras, menos organizarlas para que cumplan su cometido. Un abrazo. Carlos

RosaMaría said...

Muy cierto lo que pones. He caído alguna vez en ese error, que traté de modificar. Es bueno observarse para ser cada día mejor. Gracias. Beso

Kasioles said...

¿Quiénes somos nosotros para juzgar a los demás?
Cariños y buen comienzo de semana.
Kasioles

Marina Filgueira said...

Bueno, siempre habrá personajes con mucha cara, para mirar la paja en el ojo ajeno.
A esos ni caso, no hay peor desprecio que no dar aprecio.

Un abrazo, Ricardo, se feliz y hasta siempre.

Mi nombre es Mucha said...

Blogger Kasioles said...
¿Quiénes somos nosotros para juzgar a los demás?

Eso digo yo cuando me siento juzgada
Abrazos

Enrique Cordoba said...

Richard querido,
siempre recuerdo la lección de cambio de creencias personales que me diste aquella mañana sentados los dos, esperando turno para entrevistarte en el programa de TV en Canal 17.
-No fuiste mal estudiante, aprendiste y tuviste mejores resultados en los temas que te interesaban.
Me encantó tu enfoque, te lo agradecí y ahora dejo constancia en este muro de la buena vida. Abrazos,
Enrique Cordoba. Lorica y Pereira, ciudades hermanas.

Enrique Cordoba said...

Richard querido,
siempre recuerdo la lección de cambio de creencias personales que me diste aquella mañana sentados los dos, esperando turno para entrevistarte en el programa de TV en Canal 17.
-No fuiste mal estudiante, aprendiste y tuviste mejores resultados en los temas que te interesaban.
Me encantó tu enfoque, te lo agradecí y ahora dejo constancia en este muro de la buena vida. Abrazos,
Enrique Cordoba. Lorica y Pereira, ciudades hermanas.

Manuel said...

Totalmente de acuerdo con tu reflexión; y es la línea tan fina en estos casos, entre ayudar o hacer daño, que lo se diga se debe hacer de forma primorosa, si nuestra intención es buena.
Impactante ese dedo inquisidor que nos señala, porque nos hace meditar si alguna vez hemos cometido tan grave error.
Un fuerte abrazo, amigo Ricardo.

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