Un carrusel de reflexiones

Con frecuencia me llegan gratos mensajes motivacionales de parte de mis lectores los que me nutren mucho. Recientemente recibí de parte de una gran amiga residente en Asia el siguiente, que me llegó al corazón “Aprendí, que quien no te busca, no te extraña y quien no te extraña, no te quiere. Que la vida decide quién entra en tu vida, pero tú decides quien se queda. Que la verdad duele una sola vez y la mentira duele siempre.

Por eso, valora a quien te valora y no trates como prioridad a quien te trata como una opción. Quien te lastima te hace FUERTE, quien te critica te hace IMPORTANTE, quien te envidia te hace VALIOSO, y a veces es divertido saber que, aquellos que te desean lo peor, tienen que soportar que te ocurra lo MEJOR”.

Y como no aprender de tan magnífica enseñanza que me lleva a creer que nadie, absolutamente nadie, puede mover el piso emocional de una persona, a menos que esta, en su mente lo permita?. Y es que para que ello sea así habría que violar un sagrado cofre cual es el del pensamiento, el que algunos dejan invadir precisamente por darle demasiada atención a lo que los demás piensan y dicen de ellos, en vez de valorar lo que realmente son. Por ello con gratitud a mi muy estimada amiga, aprecio mucho su envío, pues me lleva a pensar que si yo no autorizo a nadie entrar en mi mente, ello no será viable y, como beneficio resultante, permaneceré tranquilo, y sereno y con bastante paz.