Se dice que la reputación
esta directamente relacionada con lo que la gente piensa acerca de nosotros y
el carácter con lo que uno es en realidad. ¿Y esto como seria?, preguntaría el
Hermano Cristóbal Fernando. Tan simple como un caldo sin sal. ¿Somos?, o por el
contrario le damos la razón a lo que los demás opinan de nosotros.
En la vida pasamos
mucho tiempo pendientes de la aprobación de los demás. Si tratamos de entablar
una relación con una mujer hacemos fuerza para que le gustemos y si esto no
resulta así entonces la frustración llega con fuerza y en no pocas veces nos
sentimos perdedores.
¿Y si no obtenemos en los estudios las calificaciones que nuestros padres quieren?, pues ahí si que esta complicada la cosa, no solo por lo que nuestros papás nos llegan a decir, en algunas veces criticándonos en exceso que no lo hemos logrado, sino también porque el propio concepto de nosotros mismos está basado en el grado de excelencia de la calificación que obtengamos.
Algo similar sucede en el trabajo, lugar en el cual a veces nos exigimos tanto para agradar a nuestros jefes que al final, o no lo logramos o si llegamos a ello, pues querremos mas y más, convirtiendo la ambición en algo fundamental en nuestras carreras.
Ni tanto que queme al
santo, ni tan poco que no lo alumbre, diría aquel viejo, quien después de
muchos años descubre que el éxito y la felicidad no residen en lo externo sino
mas bien en aquella sensación de sentirnos satisfechos con lo que tenemos y somos,
sin necesidad de ser aprobados por otros, más si fundamentalmente por nosotros
mismos.
14 comments:
"Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre". Me ha gustado ese refrán tan sabio, con el que tan bien resumes lo que con tanta razón dices.
Un abrazo.
Hola Ricardo, pues muy cierto los refranes
siempre dicen la verdad mi amigo, gracias
por tu visita.
Besitos dulces
Siby
Eso es todo un aprendizaje. Un beso
Muy cierto.
Muy bueno el refrán.
Un abrazo.
Hubo una época de mi vida que sentía la necesidad de ser aprobada por los demás y me frustraba si no lo conseguía. El paso de los años me ha enseñado que es una auténtica estupidez agradar a los demás ya que es algo imposible pues cada persona es un mundo y si a uno le gustas por tus acciones a otro le desagradas por esas mismas acciones así que ya sólo me preocupa estar a gusto conmigo y sinceramente te digo que no me importa nada lo que los demás piensen o crean de mí y te aseguro que así vivo mucho más tranquila y libre.Saludos
Buenos días Ricardo, buena reflexión la de hoy amigo. A mi no me importa lo que la gente piense, vivo para mi y así me siento bien. Saludos.
¡Que buen texto, súper interesante! Ricardo. En otros tiempos. En tiempos de mi juventud se miraba mucho eso: a ver cómo te vistes, como te comportas...Con quien andas porque la gente luego murmura y un sin fin de decoro, esto de las apariencias debía tenerse muy enserio, o sea que uno no podía ser uno mismo. Pasaron los años y Alabado sea Dios, las cosas cambiaron y por otra parte una va espabilando ya no me afecta lo que digan. ¡Soy yo misma y con mi vida hago lo que yo quiera, me visto como me gusta y hablo con quién yo quiera y lo que dirán, me la trae al pairo! Hace ya mucho tiempo.
Un abrazo y mi gratitud.
no cbe duda Ricardo que vivimos muy pendientes de la sociedad que nos rodea eso hace en algunas ocasiones de acicate para ellas pero en otras sera como nos dices el grado de satisfacion o felicidad interna que nos dejan despues de vivirlas y es que el habito no hace al monje por mucho que lo condicione excelente reflexion y muy bien la del reves de el 2020 en su apartado al reves el dia dos , mis saludos y un fuerte abrazo. jr.
que hablen de uno es más que suficiente
me hace acordar a una canción
que no me acuerdo hoy
saludos
Perder la reputación es como fracasar en un negocio que emprendimos en un sueño... decía algún amigo bohemio y muy sincero.
Un abrazo.
Gran párrafo final para redondear tu pensamiento que hago mío. Un saludo afectuoso
Los humanos somos muy complicados pero ahí está parte del encanto. Con el tema de la reputación me ha venido a la cabeza una canción que se titula "La mala reputación" la canta Loquillos y Los Trogloditos, esta canción formó parte de mi juventud.
Abrazote utópico, Irma.-
"Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre", me encanto la frase jajaja
Hoy, por desgracia, se vive mucho de cara a la galería, cuando a quien tenemos que satisfacer es, a uno mismo.
Bonita reflexión y me quedo con la frase del Santo.
Un fuerte abrazo, amigo Ricardo.
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