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Sunday, March 10, 2019

Tragando orgullo


Hoy en día y por siempre, especialmente cuando se tiene mucho dinero, éxitos, y “linaje “, ciertos personajes se inflan tanto que parece que se fueran a reventar. Son aquellos que miran por encima de la nariz a los demás y se creen los amos y señores del universo. Esperan que la gente les rinda pleitesía y por ningún motivo aceptan una opinión que no sea la propia, ya que también se considera dueños de la verdad.



Pobres ilusos, diríase, ya que cuando las vacas gordas pasan y llegan las flacas, es ese el momento en el que, no solo deben enfrentar la vida tal como es, pero sin esas armaduras materiales que tanto les inflaron sus egos, sino que a la vez muy pocos amigos se encontraran en el camino, pues los que aparentemente lo eran, hoy les aplican con displicencia e inercia, el mismo “chocolate“ que aquellos antes preparaban y que sin compasión a otros repartían.







Que les toca entonces hacer ¿Bien sencillo: siguen siendo como antes tan fastidiosamente eran o, frente a realidades inobjetables, les tocará tragarse su propio orgullo y, si quieren volver a empezar luego de sus derrotas, intentar hacerlo, ya no con orgullo desmedido, pero si con buenos componentes de aceptación y humildad.

11 comments:

Manuela Fernández said...

Curiosamente hoy publico un cuento infantil donde el mensaje es ese: la humildad. Y es que en la vida la humildad es imprescindible para ser feliz, para tener amigos, para prosperar... pero no todo el mundo lo entiende.
BEsis.

Jose Ramon Santana Vazquez said...

cuan en lo cierto estas Ricardo siempre es un gesto de la vida que lo delpez mas grande se coma al chico solo que para ello se debe procurar no subir muy arriba pues mas grande sera la caida , bella reflexion nos dejas m recibe mis saludos y un fuerte abrazo . jr.

Macondo said...

No creas que se bajan de sus ínfulas con facilidad. Me has recordado al hidaldo de El Lazarillo de Tormes, que no teniendo ni para comer seguía sacando pecho con sus escudos de armas y su vestimenta desgastada.
Un abrazo.

esteban lob said...

Sabios "decires" apreciado Ricardo. Entre los peores defectos humanos, la soberbia reina.

Abrazo desde tu tierra de infancia.

Unknown said...

Ricardo: domeñar el orgullo, bajar la cabeza e inclinarse para estar a la altura de los humildes; es cuestión de grandeza. Hace de la persona un ser sencible y abonado para amar.

CHARO said...

La sencillez y la humildad son dos grandes tesoros que muy pocos ricos poseen y eso les empobrece enormemente. Un saludo

Sandra Figueroa said...

Amigo Ricardo que gran verdad en este post reflexivo......te dejo saludos desde mi Monterrey, Gracias por estar siempre.

Marina Filgueira said...

Totalmente de acuerdo, Ricardo. Fantástico texto. Gracias. Un abrazo y mil bendiciones.

Bienaventurada said...

Así es Ricardo, el orgullo no conlleva nada bueno y el mundo es redondo, esos orgullosos cuando caen, después están solos....la siembra y la cosecha. Un abrazo

Jose Ramon Santana Vazquez said...

paso a desearte un feliz domingo Ricardo , en este mundo lleno de incomprension . con afecto , recibe un fuerte abrazo . jr.

CRISTINA said...

Ricardo es una reflexión acertada, descubrir el equilibrio entre la humildad y la propia seguridad en nuestras interacciones con otros es una forma de vida que bien vale la pena cultivar. La parte individual que cada uno desempeña tiene igual importancia que la de cualquier otro. Por eso tenemos muchas vidas que mejorar, empezando con la propia y la de quienes tenemos cerca.
Feliz Domingo.
Un abrazo.

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