Algunos seres humanos tienen en común una característica y
esta es que oyen muy bien mas no saben escuchar. ¿Y cuál es la diferencia,
pregunta Don Egidiu? Es sencilla de explicar, más en no pocas oportunidades un
tanto compleja de aplicar. Oír es que cuando
nos dicen algo, lo detectan nuestros oídos, pero el tema pasa entre ellos como
corriente de hoyo soplador o de rio tormentoso. Es veloz en movimiento y por tanto,
de lo que nos han dicho, no queda prácticamente nada o quizás muy poquito. De
ahí el dicho que expresa socarronamente “Le entró por una oreja y le salió por
la otra “.
Escuchar por tanto es bastante más profundo ya que esto
tiene que ver con concentrarnos cuando nos hablan, de forma tal que captemos el
mensaje dado por la expresión verbal e incluso por el lenguaje corporal, y si
por alguna razón no lo hemos comprendido, atrevernos a preguntar para
entenderlo a cabalidad.
Cuando no se escucha se es necio y se equipara con el gran
genio musical Beethoven, con quien nos comparamos en tales casos, no
precisamente por ser genios de la música como el, sino por su triste y dolorosa
sordera. Por lo anterior resulta interesante a invitar a los oyentes a que, en
vez de oír, estemos dispuestos a escuchar.
14 comments:
Oir lo que nos dicen es muy facil, lo dificil es escuchar a las personas con atención y preocupándonos de los que nos dicen. Hay también quien interpreta de diferente forma lo que dice alguien: Tony de Mello siempre decía que cuando pronunciaba un discurso a 100 personas era cómo si hubiera pronunciado 100 discursos pues al pedirles a cada uno que había dicho respondían en 100 versiones distintas.Saludos cordiales
un texto para repensar Ricardo , es curiosos que el genio Bethoven oia mas estando sordo que mucho necios con agudeza visual ,lo que deja de manifiesto que el alma en la funcion de escucharse es fundamental pues nos da paso como biern dices a la reflexion , mis saludos y gracias por compartir tan brillante consejo. jr.
Oír y escuchar son dos verbos que con frecuencia se utilizan como sinónimos, pero que son totalmente diferentes.
Un abrazo, Ricardo.
Gracias por este recordatorio, para mi ha sido una lucha constante. escuchar y hablar es como el acto de leer, ya que este termina con el acto de escribir. Quien tiene desarrollada la capacidad para escuchar, tiene una buena capacidad para hablar. Bendiciones mil.
Hola Ricardo!
Gracias por tu visita y comentário a mi poema. Did you like the vídeo?
Tiens mucha razón: ouvir y escutar son cosas diferentes, pero creo que la maioria, ouve y no escuta. Para escutar es preciso atenção y interesse. Ouvir, todos ouvem, a menos que sejam surdos.
Abraços y una buena semana.
Entre "oir" y "escuchar" pasa lo mismo que con "ver" y "mirar"... Buenas reflexiones, Ricardo. Abrazos
Tienes razón, hay que distinguir entre oír bien y saber escuchar, dos cosas que, aunque tienen algo en común, son distintas.
Cariños.
kasioles
Paralelo ao ouvir e não escutar é olhar e não ver...
Em ambos os casos, um drama .
Meu querido amigo, feliz semana e carinhoso abraço
Pues todavía veo yo peor el que oye y escucha, y sabe perfectamente de lo que se está tratando, y se hace el loco, por no entrar en razones, ni dar su brazo a torcer.
Abrazo Ricardo.
Totalmente de acuerdo, Ricardo. Menos mal que esta anomalía de no escuchar, no todos en general la padecemos.
Un texto muy instructivo por cierto, me ha encantado leerte.
Te dejo mi gratitud y estima, un beso y se muy -muy feliz.
Gracias por la descripción del trébol.
Qué buena esa diferenciación, hay demasiados que solo oyen y no escuchan nada de nada, cuando escuchas te interesas por el otro, muy bien explicado Ricardo.
Un abrazo y que tengas un gran día
Muy interesante su compartir. Quien sabe escuchar a su hermano sabrá escuchar a Dios. Es de sabios aprender a callar para poder escuchar, gracias, un fuerte abrazo.
Es verdad, no sabemos escuchar con lo pedagógico que es escuchar y observar... Un beso inmenso
Comparto con quienes más arriba hacen un símil entre las diferencias de saber oír sin escuchar y de ver sin mirar. Para esas carencias no es necesario ser sordo ni ciego.
¡Gran tema, Ricardo!
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