En busca del destino

Quien no quiere llegar adonde se propone y sobretodo bien?, a todo el mundo diríamos, sin mayor objeción. El punto no es pues tanto llegar al destino y a tiempo, sino lograr hacerlo bien. De ahí que el fin no debe justificar los medios puestos, que de ser así, podría pensarse que para alcanzar una meta no importa si se usan métodos ilegales o no, lo cual sería poco menos que un exabrupto o una atrocidad, con consecuencias en muchas ocasiones impredecibles.

El factor que más influye en la decisión y en los procesos equivocadamente concebidos para llegar desde el punto A hasta el punto B tiene que ver con los egos, bien o mal empleados, ya que el segundo de ellos solo busca llegar al final y punto, mientras el primero pretende hacerlo correctamente y en forma estable y serena.

Por ello es que, no por mucho madrugar amanece más temprano, como dice el antiguo refrán provincial, aunque sin embargo es bueno recordar que quien madruga, Dios le ayuda, concurriendo este esquema en que es importante hacer las cosas bien y con base en principios correctos de ética y de rectitud, para evitar que suceda lo que en un dialogo el Grillo le decía al Duende: “Duende andarás?” Y el segundo contestaba: “Tengan mucho cuidado que es un Grillo”, épocas en las que las serenatas eran el mejor estímulo para deleitar a las pretendidas amadas.