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Thursday, August 19, 2021

Acúsome padre que he pecado mucho

Esta expresión la tengo presente en mi mente desde hace mucho tiempo ya que al decir que he pecado pongo por delante un término muy duro para expresar mis defectos de carácter el cual, además de miedo genera culpa, y en muchos casos poca contrición de corazón, tal y como lo recomendaba para las confesiones católicas el inolvidable padre Gaspar Astete en su célebre catecismo. Después de muchas experiencias algunas de ellas con difíciles procesos de aprendizaje, los seres humanos llegamos a la conclusión de que, si queremos que Dios elimine nuestros defectos de carácter, tendremos que dejar de hacer lo que equivocadamente habíamos hechos, y por tanto dejar atrás al viejo hombre para renacer en uno nuevo. Eso implica el volver a vivir gracias a la transformación de la mente y de nuestros espíritus.
De ahí que no hay cosa más importante a realizar en los procesos de cambio que entender y aceptar que nos hemos equivocado y que, cuando cometamos algún error o falta, estar enteramente dispuestos a parar de hacer lo que hemos hecho mal y realizar las enmiendas a todos aquellos a los que, con nuestro equivocado comportar, de una u otra forma hayamos afectado, algunas veces levemente , y tristemente en otras también gravemente.

13 comments:

Carlos Augusto Pereyra Martínez said...

Reconocer los yerros, y enmendar el camino, que traduce tomar el que no lleve a las caídas, el que no sea como la piedra de la ranchera de José Alfredo Jiménez. No siempre una conducta es moral para toda la vida, como ocurre con los paradigmas, cuando éstos dejan de servir hay que buscar otros, que nos sirvan para darle solución a los problemas, donde la vieja conducta, y los procesos de tradición ya no funcionan. Un abrazo, apreciado, Ricardo.
Carlos

Jose Ramon Santana Vazquez said...

un amplio contingente de personas acuden diariamente a confesarse y a realizar la comunión segun les dicta su mente y sin importarles que la oracion mas hermosa es la que ho hagas a los demas lo que no quieras para ti... , esta semana me obligan las circunstancias a darle su complacencia a este formato de seres insensibilizados y para colmo de pericias ellos o ellas se creen en posesion de la verdad que las otroga el ayuno diario el dinero y la envidia ...,por sus obras los conocereis y el tiempo todo lo pone en su sitio,la mejor venganza es el olvido...,escelente relflexion Ricardo mis saludos y un fuerte abrazo. jr.

Alí Reyes said...

Un buen ejemplode conversión o transformación, lotenemos en el apóstol Pablo, antes llamado Saulo de Tarso

Alí Reyes said...

Un buen ejemplode conversión o transformación, lotenemos en el apóstol Pablo, antes llamado Saulo de Tarso

J.P. Alexander said...

Buena reflexion siempre debemos estar dispuestos mejorar. Te mando un beso

Sandra Figueroa said...

Gran reflexión amigo Ricardo. Yo hace muchos años deje de confesarme ante un cura, ahora lo hago conmigo misma..... Saludos amigo. Cuídate.

Manuel said...

Una muy sensata reflexión con la que estoy totalmente de acuerdo, ya que si no tenemos intención de corregir nuestros errores, no hay forma de mejorar ni espiritualmente ni presencialmente.
Un fuerte abrazo, querido amigo Ricardo.

São said...

Sim, reconhecer os erros é um bom passo para nos melhorarmos, sem dúvida!

Meu querido amigo, parabéns por mais uma belissima reflexão sobre o ser imperfeito que nós, humanos, somos.

Estreito abraço, estimado Ricardo !

AMALIA said...

Ser conscientes de que nos hemos equivocado y que hemos actuado de forma indebida. Es fundamental reconocerlo para intentar ser mejores y enmendar nuestros errores.
Una valiosa reflexión la que nos dejas.
Un fuerte abrazo.

Azka Kamil said...

un amplio contingente de personas acuden diariamente a confesarse y a realizar la comunión segun les dicta su mente y sin importarles que la oracion mas hermosa es la que ho hagas a los demas lo que no quieras para ti

Rainbow Evening said...

agree... we should do the right things

Ingrid Zetterberg said...

Así es, mi estimado amigo Ricardo. Todos pecamos y ofendemos cuando menos lo imaginamos...incluso con el pensamiento pecamos, y no lo podemos evitar....y es que la carne es débil como dice la Biblia...y solamente debemos orar y pedirle perdón a Dios, y nunca a un sacerdote o cura, que al fin y al cabo también son hombres pecadores. Pues nadie está exento de culpa, solamente nuestro amado Señor Jesucristo fue sin culpa. Un abrazo de amistad.

RosaMaría said...

Pues sí, querido amigo lejano, aunque lo importante y difícil es darse cuenta de nuestros yerros. Luego viene el aceptarlos para que llegue la iluminación y el perdón a uno mismo para aceptar luego los errores de los demás. Qué difícil la tarea de vivir. También es necesario dejar de lado la arrogancia de creernos mejores. Un abrazo

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