Me encantan los programas que aplican la
filosofía de los doce pasos, la cual fue heredada de dos grandes pensadores del
siglo XX, Bill W y el Dr. Bob S. Precisamente en uno de ellos, el paso tres,
hay una oración que se aplica con mucha sabiduría en aquellos momentos en los
que deseamos y necesitamos reducir el tamaño de nuestros egos.
La plegaria arranca cuando le decimos a nuestro
Creador, tal como lo entendemos a Él: "Dios, me ofrezco a ti, para
construir conmigo y hacer conmigo lo que quieras. Alíviame de la esclavitud del
yo, para que pueda cumplir tu voluntad. Hazte cargo de mis dificultades para
que en la victoria sobre ellos pueda dar testimonio de aquellos a los que
ayudare de Tu Poder, Tu Amor y Tu Forma de vida”. ¡Que se haga siempre Tu
voluntad!
Rendición ante Dios, humildad, aceptación, todo
ello se incluye cuando deseamos entregar nuestras voluntades y vidas al cuidado
de un Poder Superior, tal y como cada persona lo concibe y estamos enteramente
dispuestos a hacerlo de todo corazón.
7 comments:
Por mi deformación futbolística, amigo Ricardo, lo primero que me dije cuando leí lo de la filosofía de los 12 pasos, es que nos ilustrarías acerca de la manera de lanzar correctamente un tiro penal, pero deploro mi liviandad de pensamiento. Esas reglas de gran valor y profundidad, son para servir de guía siempre y para hacernos mejores.
Que bella oración Ricardo y tan cierta, Dios dice que lo busquemos primero a El y el nos añadirá todo lo demás, cuando nos encargamos de hacer lo que Dios nos dice, El se encarga de nuestras preocupaciones. Muchas bendiciones y que tengas excelente semana. Un abrazo.
Paso a saludarte y reflexiono al leerte amigo Ricardo. Muy bueno lo que compartes. Cuidarte mucho y gracias por estar siempre.
la humildad es una sabia redencion pues con ella se aprende a valorar lo que tenemos mas que aquello nos diferencia no es facil pero asi es la facultad de ponernos a prueba como seres humanos Ricardo y como bien dices nada mejor que ponerla a disposicion de quien nos Creo ,interesante y buen consejo para practicar y saber cuando debemos de parar , James es una perla en fase de alumbrar , mis saludos y un fuerte abrazo.
La humildad es una maravillosa virtud que hoy día, no somos muchos los que la llevamos a la práctica.
Un precioso texto lleno de verdades, Ricardo.
Un abrazo y mi gratitud.
Gratificante texto.
Y verdadero.
Un abrazo.
Un corazón humilde siempre se rinde ante la Divinidad.
Un abrazo.
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