Carlos Santiago es un muy querido paisano mío con quien de
niños nos llamábamos gemelos por el gran parecido físico que teníamos. Cuando
nos encontrábamos en fiestas de juventud que llamábamos “repichingas “nos
reventábamos de la risa al ver nuestros rostros tan similares. Pasaron los
tiempos y no nos habíamos vuelto a ver hasta que, hace unos años, recibí en
Miami una grata llamada de el para saludarme.
Poco tiempo después en el 2017 recibí otra desde Pereira y luego de ella
nuestra comunicación se ha vuelto permanente.
Saber de Carlos Santiago ha sido para mí una gran fiesta
espiritual puesto que, si en el pasado nos unían vínculos por similitud física,
es hoy en el presente, en el que son los senderos espirituales de vida los que
nos han unido y que nos permiten regocijarnos con nuestras vivencias.
Fui en octubre a lanzar mi nuevo libro sobre Coaching a
Pereira y disfruté todos los siete días que allí permanecí de la hospitalidad
de mi querida familia compuesta por mi hija Xime, por Oscar, y por mi nieto Simón,
del apoyo de COPESA, y del compartir con este maravilloso gemelo y ser humano
que no conocía tanto como lo conozco hoy, situación que me ha motivado a
catalogarlo como un maestro espiritual. Doy gracias a Dios, mi Poder Superior, por
darme la oportunidad de este tan grato encuentro con mi familia y con mi gemelo,
Carlos Santiago.
3 comments:
La verdad...la verdad, Ricardo, es que no los encuentro tan parecidos físicamente. pero da lo mismo, porque efectivamente ustedes pueden ser como hermanos gemelos en concordancias, anhelos y logros.
Abrazo.
Yo tampoco los veo tan parecidos, pero en fotos ya sabes, no es lo mismo que en persona. Lo bueno es el encuentro y la similitud de sentimientos y creencias. Abrazos
Me alegra saber que la pasaste de maravilla en su compañía.....ojala y que sea mas seguido ese otro encuentro con tu gemelo.. Saludos amigo Ricardo.
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