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Friday, December 13, 2019

La “ vejentud “

Envejecer es inevitable, crecer es opcional, y crecer espiritualmente depende de cada cual, lo cual implica que, aunque pasen los años, uno se siente más o menos viejo en manera proporcional a la calidad de vida que lleve, al estado mental que lleve, y al manejo adecuado o no de su salud física, mental, así como también espiritual.



Recuerdo cuando era un niño que cuando veía a una persona de cincuenta años o más, mi impresión era la de que estaba frente a un viejo cuya esperanza de vida, como la define la estadística matemática, era inferior a la de hoy en día. La vejez era pues algo de llegada relativamente rauda y veloz.





El mundo y la medicina han avanzado y progresado tanto que por esta época una persona de setenta años se considera como una persona de la tercera edad y no como antaño, que se le veía como a un anciano.


Si a lo anterior se le suma un buen manejo de la vida interior, implicando ello una condición espiritual que dé ánimos para vivir mejor, entonces estaremos ante un progreso que implica el vivir en concordancia con la creencia en un Poder Superior, Dios como cada cual lo conciba.

13 comments:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche said...

Tienes toda la razón, Ricardo, y se nota que lo aplicas perfectamente pues se te ve muy bien.

Un abrazo.

Macondo said...

Al paso que llevamos, creo que lo de llegar a centenarios no será una hazaña para los niños de hoy en día.
Un abrazo.

carlos caggiani said...

Querido amigo:
Aunque no soy creyente, lo que tú dices está por demás comprobado.
Fíjate que estoy al borde de los 80's y todavía sigo andando en motocicleta y haciendo cosas que algunos más jóvenes no se atreven.
Una de las cosas más importantes es vivir con optimismo y sin preocupaciones. Todos sabemos que no vamos a vivir por siempre y que mientras nos despertemos saludables hay que disfrutar de las cosas que nos da el momento.
Un abrazo y Roxana.

esteban lob said...

Indiscutible apreciado Ricardo. Si antes considerábamos a los viejos como fuera del mundo, vamos cambiando de criterio a medida que pasan los años y- en mi caso- llegamos a los 83, ¿por ahora? Leo a Carlos (más arriba) y lo considero extremadamente joven a sus casi 80.

Abrazo austral.

Susana said...

Yo ya me siento mayor. Un beso

AMALIA said...

Todo ha cambiado mucho. Y se va avanzando.
La esperanza de vida es mayor.
Un abrazo.

CHARO said...

Precisamente porque creo en Dios trato de llevar lo mejor posible las circunstancias de la vida que me ha tocado y toca vivir...y que yo jamás pensé que las tendría que vivir.Saludos

Jose Ramon Santana Vazquez said...

excelente reflexion Ricardo la que nos hace enfrentarnos a nosotros mismos a los miedos al entorno y a las posibilidades de crecer manteniendo la misma fe que en nuestra juventud despierta por encima de los achaques las dobleces y el dia a dia hecho rutina esa es la norma como tu nos das para vivir cntre todos con respeto y esperando sosegadamete el devenir vital propio de cada uno en paz mis saludos y un fuerte abrazo . jr.

Sandra Figueroa said...

Que gran reflexión amigo Ricardo, el tiempo no se detendrá y envejeceremos pero podemos seguir siendo jóvenes de espíritu. Saludos a la distancia.

RosaMaría said...

Indudablemente que es así. Bendita vejentud. Hoy día se vive con alegría estar en esta etapa y además agradecer al cielo por estar bien. Como siempre geniales tus reflexiones que comparto. Abrazo grandote. y Felicidades junto a los tuyos.

Manuela Fernández said...

La vida es cada vez más larga y no ya en años sino también en calidad. Eso sí, no hay que dejarlo todo en manos de la medicina, hay que cuidarse como tú muy bien dices en cuerpo y alma.
SAludos.

amparo puig said...

La ventaja de hacerse mayor es que ves las cosas con una perspectiva mucho más objetiva y serena. Pienso que los extremos siempre son malos y los extremos suelen darse en la juventud. Vivir cada día en paz con uno mismo es quizá lo único importante. Un abrazo.

Marina Filgueira said...

¡Hola, Ricardo!

Cuando yo era niña, una persona de 50 años ya era vieja y si a los 40 se quedaba viuda, también era vieja. con aquellas vestiduras negras, pañuelo a la cabeza, sayas largas hasta los pies, blusas hasta el cuello y encima una amplia toquilla o capa. Así recuerdo yo toda la vida a mi buena Madre.

Hoy la mayoría de las personas mayores, cuidamos muchos la silueta y el vestuario.
A Dios gracias que cambiaron las cosas.

Te dejo mi gratitud y gran estima. Un abrazo lleno de bendiciones para este resto del año y para el que entra. 2020. Que todos tus sueños se vean realizados.
FELIZ NAVIDAD.
Hasta mediados de enero si ni hay novedad.

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