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Monday, February 26, 2018

Intranquilo, irritable, y descontento



¿Será esta la condición del muy conocido Elmer Gruñón? Claro que sí, aunque resulta posible se extienda a muchas personas que parece que por las mañanas se levantan por el lado equivocado de la cama y entonces desde allí arrancan una serie de episodios para ellos y para su entorno. ¿Intranquilo? Así resulta cuando llenamos nuestro pensamiento de expectativas referidas a hechos y situaciones que aún no se han hecho presentes o porque se piensa en los efectos y consecuencias de hechos pasados, algunos de ellos aún no resueltos.






¿Irritables?  también. Mi amigo Eulogio Moreno solía preguntar: ¿Y porque muerde el perro?, porque tiene miedo, era su respuesta inmediata. O sea que la irritabilidad es producto de un miedo o de la reacción por algo que no se ha logrado alcanzar. ¿Descontento?  sí, este es el otro estado resultante de la falta de aceptación por aquellas cosas que anhelamos con codicia y que no logramos conseguir, o por la envidia por aquello que tienen los demás. 



Es incurrir en que cada vez que se obtiene un logro, quedar insatisfechos por el deseo desmedido de lograr más y más. Aceptación será entonces la respuesta recomendable para superar tales estados de intranquilidad, irritabilidad, y descontento, que a ratos nos avasallan y que no ayudan para nada a vivir en paz.

9 comments:

CHARO said...

Lo que dices es muy cierto pero yo quiero añadir que hay otros factores que no ayudan nada para que estemos tranquilos porque nos llevan a estar, lo que yo diría, disgustados y a veces hasta ofendidos, esta situación requiere un tiempo para ir recobrando la normalidad tratando de aceptar los hechos y por supuesto pensando en la condición de ser cristianos perdonando aunque no se pueda olvidar.Saludos cordiales

CÉU said...

Hola, querido amigo Ricardo!

Un texto muy interessante y inteligente, como siempre, sem raivas, nem mudanças de humor, inexplicáveis. Tienes una forma muy peculiar de hablar de ciertos assuntos.

Gracias por tu visita y amáveis palabras. Mi foto está un poco diferente das k costumamos mirar por aí. Foi feita no carnaval, num dia mucho frio y yo entonces me escondi, parcialmente, atrás de um bonito candeeiro de calle. Tengo una expressão un poco marotita, pero mi rosto es miesmo assi.

Abrazo y dias felices.

Jose Ramon Santana Vazquez said...

hoy en dia Ricardo la norma es que se ande con la rabia como distintivo de poder sobre el que es educado y calla, al menor altercado , es una batalla perdida el querer hacerles razonar pues en ello esta su razon de ser , son asi y nunca cambiaran , es un honor para mi estar entre tus sabias palabras con todo mi afecto,saludos . jr.

Recomenzar said...

me gusta tu entrada llena de emociones de un entrenador
un beso

Kasioles said...

Busquemos esa paz interior que es lo más importante para la vida y nuestro entorno.
Cariños.
kasioles

Rafa Hernández said...

Muy cierto lo que dices, y hablas de cuando uno se levanta con el pie cambiado, y yo creo que muchas de las malas contestaciones y modales de algunas personas sobre todo cuando se levantan, es por culpa de dormir mal, del insomnio y de otros muchos factores que acarrea la fata de descanso, pero claro los demás no tienen la culpa, y no hay porque pagarlo con el resto. Pero si te digo que hay personas muy intratables, por lo que te he comentado, en cambio cuando avanza el día ya van cambiando, y su actitud y comportamiento ya es distinto.

Fuerte abrazo Ricardo.

Manuel said...

Me deja boquiabierto la forma de razonar que tienes, para cualquier tipo de situaciones cotidianas, y me maravilla tu don de palabra, y el buen uso que haces del lenguaje.
Un placer siempre leerte.
Un fuerte abrazo, amigo Ricardo.

Marina Filgueira said...

¡Hola Ricardo!

Es muy cierto lo que escribes, hay personas que con su mal humor quizás por haberse llevado un buen “tropezón”... le hacen pasar un mal rato a aquellos menos se defienden, el pie y la cama no tiene nada que ver pues el enfado puede venir o vienen por otras consecuencias ingratas que la vida diaria nos regala.
Unos lo llevamos mejor que otros, mas si te tocan las narices... Y no saltas por alguna razón... ¡No puedes hacer nada! La rabia y el mal humor están asegurados, el que diga lo contrario miente.

Claro está que no todos reaccionamos de la misma manera, unos somos más pasotas que otros. Pero si me fastidian… No lo pagará quien no lo merece, no. Creo que soy buena gente, pero tengo un pronto. Ufff

Ha sido placentero leerte. lo es siempre.
Un brazo y mi gratitud.

Ana Mª Ferrin said...

Hola. A tu reflexión que como siempre, hace pensar, añadiré la respuesta que me dio mi madre tras ser nosotras atendida por una agria vendedora en unos almacenes.
-No sé que le habrá pasado a esta mujer para ser tan desagradable-, le dije a mi madre.
-No le pasa nada, hija. Simplemente, es antipática.
Esa es otra posibilidad, Ricardo.

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