Tal cual lo dice el refrán
enmarcado en una célebre canción latina " La vida te da sorpresas;
sorpresas te da la vida ", resulta conveniente saber que se necesita
tristeza, para conocer la felicidad, ruido para apreciar el silencio, y
ausencia para valorar la presencia. Sorprendente, no?. Claro que sí!, más es
una clara realidad.
Lo anterior se basa en la necesidad
de la experiencia, la cual, bien aprovechada, sin duda alguna trae resultados
maravillosos. Por ello aquello de que, en momentos de desesperanza, resulta
importante saber e interiorizar que cuando una o varias puertas se nos cierran,
siempre habrá otra viable que Dios nos proporciona.
No desesperar es la meta puesto
que, los a veces difíciles hábitos y virtudes de la perseverancia, la paciencia,
y la tolerancia, se presentan serán en verdad la única alternativa para
alcanzar algo en lo que creemos y nos gusta, pero que por obstáculos que nos
ocurren, a veces vemos como muy lejanos de alcanzar.
4 comments:
Ya lo creo que la vida nos da sorpresas......a mí me las ha dado en diferentes ocasiones pero lejos de sorprenderme he tenido que aprender a saber afrontarlas de la mejor manera posible. La vida es una contínua lucha contra esas sorpresas que no nos agradan.Saludos cordiales
Ultimamente intento asumir muchas veces eso de "el hombre propone y Dios dispone", porque sorpresas tenemos muchas cada día y los planes se desbaratan en un pis-pas... Abrazos
¿Paciencia? ¿Perseverancia? En el marco de este mundo cada día más loco, parecen virtudes de otros tiempos, estimado Ricardo.
Me gusta pensar justo eso que cuando una puerta se cierra hay otras que se abren,y aunque a veces cuesta esa paciencia y el perseverar es importante darse cuenta que con desesperanza poco arreglas.
Saludos
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