El profeta enseña, el oyente escucha, y solo interrumpe, para preguntar algo meritorio de aclaración, y no de cuestión. Profetas pueden ser algunos, pero no todos. Me agrada mucho Gibran Khalil Gibra cuando en su célebre libro El profeta afirma cosas como la siguiente : “Una mujer que llevaba un niño en los brazos le preguntó sobre los hijos y él dijo: “Sus hijos no son sus hijos, son los hijos del ansia de la vida por sí misma. Ustedes son los arcos con los que sus hijos, cual flechas vivas, son lanzados”.
“Y la sabiduría para reconocer la diferencia”, expresa la reconocida oración de la Serenidad atribuida a Reinhold Niebuhr. (Wrigth City, 1892-Stockbridge, 1971) y a otros autores más aun no precisado completamente su origen, la cual expresa lo siguiente ““Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia; viviendo un día a la vez, disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal y como es, y no como me gustaría que fuera; creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen.”
De ahí que, evocando de nuevo a Gibran recordemos lo que una sacerdotisa expresó: “Dinos sobre la razón y la Pasión. Y él respondió: Las almas son un campo de batalla de la razón y la pasión, pero debemos elevar la razón a la altura de la pasión, y, como el fénix, realza de sus propias cenizas. Cuando compartan la paz y la serenidad de los campos entonces diremos con nuestro corazón que Dios reposa en nuestra Razón; y cuando el viento poderoso sacuda los bosques entonces diremos con respeto: Dios actúa la pasión”.
Con agrado los invito a que vean mi Coaching Video # 6 "El sufrimiento es opcional"
https://www.youtube.com/watch?v=_k9CwrnKC08
8 comments:
Una entrada muy pero que muy gratificante, todas tus entradas lo son y pueden servir de gran ayuda. Pienso que hay que tener un gran dominio de sí mismo para rechazar o no admitir el sufrimiento. Cuando te ocurre algún imorevisto grave sin estar preparada para ello pienso que la primera reacción es la pena o sufrimiento hasta que vas aceptándolo, pero dejar de sufrir cuesta su tiempo y tener mucha fuerza y paz interior.Saludos cordiales y gracias por esos vídeos que nos estás regalando
Muy filosófico hoy, mi querido Ricardo. Me ha gustado mucho
Como siempre una entrada muy filosófica que invita a la reflexión, el profeta habla y hace preguntas, entiendo que sobre el tema del que trata, se suele decir que los profetas saben el futuro y que lo previenen, no sé si será así, tengo esa duda, de todas formas de tu entrada solo se puede decir que es magnifica e instructiva.
Dices en tu comentario a mi entrada que las orquideas son como los amores, nacen y mueren, estoy de acuerdo contigo querido amigo, y como bien dices hay que cuidarlas para mantenerlas y que duren lo máximo posible.
Un abrazo, feliz día.
un post muy interessant y k nos faz pensar na grandeza de DIOS.
gracias por tus palabras y votos, querido amigo Ricardo.
mi cirurgia decorreu bien, pero, ahora, es preciso tiempo.
abrazo.
MERCE CARDONA.Dice, Muy interesante tu escrito nos lleva a hacernos pensar, el vídeo no se escuchaba nada, al menos a mi, lo intente varias veces y nada de nada.... Agradezco de todo corazón tu amable visita. Besosssssssssssssssss
Muy reconfortante tu entrada de hoy, gracias por compartir.
Un abrazo.
Muy bueno. No conocía el autor de la oración de la serenidad, que es preciosa, sin desperdicio alguno.
Tengo extraviado un comentario que lei hace años sobre los hijos, de un padre que se lamentaba de la trayectoria de un hijo que habias sidio educado con rectitud de conciencia, y el artículista contaba eso de que los hijos son flechas que lanzamos certeramente al blanco, pero vinen los vientos y los desvian sin que podamos hacer nada.
Mi maxima preocupación ha sido inculcar a mis hijos la diferencia ente el bien y el mal, y en sus años mas débiles, llevarlos cortos de dinero, y supervisar sus amistades. En casa siempre he pretendido que viniesen los amigos, y se sintieran agusto, mas que ellos ir a otras casas.
Cuando yo leí esos versos de Gibran Khalil me conmovió, cuando mis hijos llegaron a mi vida entendí que yo era el vehículo para llegar a ella, y también entendí con el tiempo que mis hijos no eran mis hijos, solamente ellos eran hijos de la vida y yo solo una espectadora de esas vidas.
La segunda cita de Reinhold Niebuhr también pedí a dios que me diese todas esas virtudes para poder tener a bien todas ellas, y poder vivir en paz y serenidad. Hermosas letras las de hoy para ser mar y cielo sin ser tempestad. Un abrazo.
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