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Thursday, July 11, 2024

Aprendiendo de Nuestros Maestros Ocultos

Cuando hago mi inventario diario, sé que debo dejar de juzgar a otros, por ser algo inoportuno e innecesario. Si juzgo a otros, probablemente estoy juzgándome a mí mismo, y por tanto me pasaría como aquel que, cuando señala a alguien con un dedo para destacar sus errores, al mismo tiempo tiene tres dedos de su mano señalándose asimismo. De lo anterior se desprende que quien más nos fastidia, es nuestro mejor maestro, ya que probablemente nos está mostrando un defecto que nosotros, no solamente tenemos, sino que inconscientemente rechazamos, perdiéndose así la oportunidad de poder trabajar con nosotros mismos. En tal sentido tenemos mucho que aprender de él o de ella y, en nuestro corazón agradecérselo.
Tal y como acontece con el inventario de mercancías en un negocio en el inventario personal debemos incluir tanto lo que se ve mal como lo que tenemos bien, ya que nadie resulta ser perfecto y por lo tanto posee igualmente cualidades como también defectos. Sin duda ninguna el inventario personal es una ruta segura y sabia para propende por una mucho mejor calidad de vida.

5 comments:

Macondo said...

«Establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros» (François de la Rochefoucauld).
Un abrazo, Ricardo.

J.P. Alexander said...

Profunda reflexión. Siempre hay que taratar de superarnos. Te mando un beso.

Alí Reyes said...

Exacto. Cuando voy a hablar mal de alguien... me muerdo la lengua.

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Buena foto, creo que eres tú, pero no das nombre

São said...

Querido Ricardo, mais uma vez nos dás uma lição de humildade, coisa que não abunda muito na sociedade actual.

Estreito e grato abraço , meu amigo, feliz semana.

Ingrid Zetterberg said...

Es verdad, querido Ricardo, no debemos juzgar a nadie, porque nosotros tampoco somos perfectos ni estamos libres de equivocarnos. Siempre muy valiosos los mensajes que nos dejas, amigo. Gracias por visitar mi blog también. Un abrazo.

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